La sexología es aquella rama de la urología que se preocupa de las disfunciones sexuales en la pareja, que afectan tanto a hombres como mujeres e impiden una adecuada realización de la pareja a todo nivel, tanto en el acto sexual como en la vida diaria.
El análisis, tratamiento y trabajo psicológico mancomunado entre las distintas especialidades disponibles logran excelentes resultados para la resolución de estos problemas frecuentes en la población general
Estos trastornos también son llamados en el hombre Impotencia o disfunción eréctil y en la mujer se le conocía como frigidez. Estos desórdenes se manifiestan como aversión o elusión del contacto sexual con la pareja. Puede haber causas médicas para estos problemas, como insuficiente riego sanguíneo o falta de lubricación vaginal. Las enfermedades crónicas también contribuyen, así como la naturaleza de la relación entre las partes.
Como el retraso persistente o la ausencia de orgasmo tras una fase normal de excitación sexual. Estos trastornos ocurren tanto en hombre como en mujeres. De nuevo, los antidepresivos ISRS son con frecuencia culpables.
Que afectan casi exclusivamente a las mujeres y se conocen como dispareunia (intercambio sexual doloroso) y vaginismo (espasmos involuntarios de los músculos de la pared vaginal que dificultan o impiden el coito). La dispareunia puede ser provocada en las mujeres por una lubricación insuficiente (sequedad vaginal)
La disfunción eréctil afecta a una enorme cantidad de hombres, que en el mundo se calcula en 150 millones. Esto ha estimulado la investigación desarrollándose diferentes tratamientos los últimos años, siendo la utilización de ondas de choque uno de los más interesantes. Desde la década de los 90 se conocía la capacidad de estas ondas de sonido para estimular la formación de nuevos vasos sanguíneos. Así se iniciaron varios trabajos orientados a la recuperación del corazón en personas con enfermedad coronaria pero además algunos investigadores relacionándolo con reparación vascular pensaron en utilizarlo en pacientes con disfunción eréctil.
Con esta idea desarrollaron en 2012 equipos que emiten ondas de choque de baja intensidad y lo aplicaron en personas con disfunción que tenían buena respuesta con medicamentos como sildenafil, demostrando que después de seis sesiones aproximadamente el 70% podía lograr y mantener una erección satisfactoria para una relación sexual. Con este antecedente se utilizó en pacientes que no respondían a tratamiento con medicamentos, especialmente diabéticos, lográndose similares buenos resultados.
La posibilidad de ofrecer un tratamiento que no fuera solamente paliativo nos llevó a implementar uno de estos equipos de última generación para tratar a nuestros pacientes cambiando la idea de una solución transitoria con medicamentos a la posibilidad de una solución más definitiva. Los estudios han mostrado que en pacientes que inicialmente no responden a sindenafil, vardenafil y tadalafil un 28% logra poder mantener relaciones sexuales sin medicamentos después de un mes de tratamiento y otro 40% lo logra con apoyo de estos medicamentos. Siendo una muy buena oportunidad antes de pensar en otras soluciones más invasivas como la prótesis.